Son sociedades dedicadas a invertir profesionalmente en empresas que, por lo general, no cotizan en los mercados organizados. A diferencia de los fondos de private equity, que invierten en empresas más consolidadas, los VC suelen financiar startups en distintas fases de crecimiento, lo que conlleva un elevado potencial de retorno de la inversión, pero también un altísimo riesgo (de ahí su nombre), dado que el modelo de negocio aún no ha
sido validado del todo por la startup. Cuanto más tarde invierta el fondo de capital riesgo, menor será su potencial ROI, pero también se reducirá enormemente el riesgo.